lunes, 16 de noviembre de 2009

Las virtudes y valores humanos practicados en la familia mitigan el grave problema del desempleo.


En todas las familias y naciones hay años de vacas gordas y años de vacas flacas, hormigas y cigarras. Se deben tener muy en cuenta estos conceptos para adaptarlos a la vida familiar y personal.

La falta de trabajo para los que quieren trabajar (desempleo), es una lacra que fustiga con varias intensidades y consecuencias a todos los segmentos de la sociedad, sin distinguir raza, sexo, situación geográfica, profesión, estudios, religión, edades, situación de inmigración, estado civil, empresario, trabajador, etc. Es la primera vez que esta situación ha ocurrido en muchas familias, las cuales nunca habían previsto que a ellos les podría suceder, por lo cual no estaban preparadas para soportarlo, ni acostumbradas a sufrirlo, y mucho menos para solucionarlo.

Las cifra medias de desempleo oscilan entre el 10% y el 20% dependiendo de las regiones, ciudades, industrias o servicios y segmentos de la sociedad, lo que afecta a una o dos familias de cada diez. Estos porcentajes de población de desempleados han llegado para quedarse durante mucho tiempo. La mayoría de los analistas económicos, políticos y sociales estiman que tardarán muchos años en que haya pleno empleo, es decir cuando los que busquen trabajo, lo encuentren y al precio que necesitan para poder vivir. Hasta que ese porcentaje de desempleo se reduzca a las cifras que había en el 2005 aproximadamente.

Obligaciones de los padres en relación con el desempleo.

1. Analizar con franqueza y en profundidad las características personales, profesionales y sociales, así como las del segmento social al que pertenece cada uno. La situación económica y de desempleo en la industria o servicios donde trabaja, la zona donde vive y la profesión o trabajo que ejerce. Intentando adelantarse de forma activa o pasiva a las posibles situaciones que se estén dando a su alrededor para prepararse y poder encontrar un nuevo trabajo. Es muy diferente en cuanto a la estabilidad salarial, trabajar para el Gobierno o para una empresa de alto riesgo, trabajar por cuenta propia o cuenta ajena.

2. Analizar cuales son los puntos fuertes y los débiles de su formación profesional, para intentar complementarlos y adaptarlos a las circunstancias del trabajo actual o prepararse para otros trabajos. Es muy buena opción, terminar los estudios empezados en su día o comenzar unos nuevos, de los que posiblemente tengan una mejor aceptación en el mercado laboral. Estudiar nuevas o antiguas profesiones que vean que tienen más demanda que la que tiene su trabajo actual, etc.

3. Analizar la práctica de las virtudes y valores humanos que se ejercitan en la familia, para ver cuales son las que debe mejorar, con el fin de que les pudieran servir de ayuda en las situaciones presentes y futuras.

4. Poner en práctica las virtudes y valores humanos que no se ejercitan en la familia, ya que sin ellas y el apoyo de todos los componentes de la familia, será muy difícil poder manejar las graves situaciones producidas por el desempleo.

5. Preparar un agresivo plan de búsqueda de nuevo trabajo, pidiendo la ayuda de todos los componentes de su familia, de forma que la prioridad sea encontrarlo. Intentando conseguir que todos ayuden con su máximo esfuerzo a facilitar las gestiones que sean necesarias. Hay muchos libros en las bibliotecas públicas, asociaciones y expertos, cuya ayuda se hace indispensable para prepararse bien profesionalmente y buscar un nuevo trabajo.

6. Examinar el comportamiento familiar en algunas de las principales virtudes y valores humanos que estén incrustados en la familia y cuya práctica ayudan a sobrellevar y mitigar los graves problemas y estragos del desempleo: Abnegación, ahorro, autodisciplina, ayuda, bien común, caridad, coherencia, conciencia ciudadana y familiar, coraje, disciplina, educación, familia, fe, fidelidad, flexibilidad, fortaleza, generosidad, honestidad, honradez, humildad, justicia, laboriosidad, obediencia, paciencia, perseverancia, prudencia, respeto, responsabilidad, sencillez, sinceridad, sobriedad, solidaridad, templanza, tolerancia, trabajo, voluntad, etc.

7. Corregir o anular las actitudes familiares opuestas a las virtudes y valores humanos, comentados anteriormente, para controlar o en su caso anular la desgraciada situación del desempleo, tales como: Cobardía, consumismo, despilfarro, desorden, derroche, descomedimiento, desenfreno, egoísmo gasto excesivo, inmoralidad, imprudencia, malversación, orgullo, ostentación, ostentación, vicios, etc.

8. Analizar en profundidad, incluso en presencia de los hijos según sus edades, cuales son las actitudes familiares que practican realmente relacionadas con los puntos anteriormente citados. De esta forma podrán poner el mayor énfasis posible, en preparar las actitudes y actividades relacionadas con las modificaciones de conducta que tendrán que hacer en el presente y en el futuro familiar, sobre la posible llegada del desempleo o para paliar los problemas que ya les ha causado.

9. Tomar las acciones necesarias que les ayuden a soportar los graves inconvenientes producidos por la falta de empleo. Es decir, intentar rodearse de personas y cosas que les permitan sumar, nada que les obligue a restar.

10. Intentar tener una familia muy unida, consciente del grave problema del desempleo y dispuesta a renunciar a algunos de los privilegios que han estado recibiendo y a hacer fuertes sacrificios en beneficio de la comunidad familiar. Toda la familia puede y debe tomar medidas, muchas veces heroicas, para hacer que los padres puedan aliviar las consecuencias del desempleo y prepararse mediante una formación continua a buscar otras alternativas profesionales que le conduzcan a conseguir nuevas fuentes de ingreso económico. En estas ocasiones es cuando mejor se ven los resultados de una buena educación familiar.

Los padres deben de tener en cuenta que:
Según las estadísticas reales, las personas que pierden sus empleos, cuando vuelven a encontrar otro nuevo, sufren una rebaja de sus ingresos anteriores entre el 30% y el 40% lo que les supone cinco o seis años en volver a tener los mismos ingresos indexados. Si el desempleo es de larga duración produce además una rebaja importante en la calidad del siguiente empleo. Además de que durante el periodo de búsqueda, que en la mayoría de los casos es de un año aproximadamente, tienen muchos mas gastos que cuando estaban trabajando. Algunos, no todos, tienen la posibilidad de obtener subsidios temporales de desempleo, con cantidades que nunca llegan a cubrir las necesidades para llevar dignamente una familia.
Si no tienen ahorros o capacidad para endeudarse a través de los fondos de retiro, préstamos sobre el valor adicional de la casa, etc. tendrán que reducir los gastos, o terminarán perdiendo la propiedad de la casa por no poder pagar la hipoteca, sacar a los hijos del colegio o universidad privada, no pagar las deudas del automóvil, etc. Las prestaciones por seguro de desempleo o los ahorros, casi siempre son insuficientes para vivir, para pagar el seguro médico, la hipoteca, los plazos de los automóviles, costos de colegios y universidades, privadas y públicas. En si, esta situación es una reducción de la calidad de vida.
La mayoría de las veces pierden el seguro de enfermedad que la empresa les subvencionaba en parte, lo que origina grandes dificultades para llevar a sus hijos o al otro cónyuge al médico y la compra de medicinas.

Les es muy difícil entender lo que les está ocurriendo, el porqué les está ocurriendo a ellos y las medidas que tienen que tomar para revertir la situación del desempleo. En algunas familias no recuerdan que haya sucedido esta situación de desempleo en varias generaciones.

Cuando el desempleo llega a una familia, dependiendo como esté estructurada y soportada con las virtudes y valores humanos y su funcionamiento moral, la situación aunque muy grave se puede llevar mucho mejor que cuando estas cosas no funcionan. Es más, hay muchas probabilidades de que esta situación que ha llegado, hayan podido preverla y estar preparados para afrontarla. Si no tendrán que estar pagando las consecuencias de decisiones tomadas por sus malos comportamientos anteriores.
Tienen que estar muy bien preparados y con mucha antelación, es decir siempre preparados, para manejar las consecuencias del posible desempleo, pues es una situación que se ha repetido cíclicamente y con toda seguridad volverá a repetirse dentro de pocos años. Las familias que lo han previsto y han tomado las convenientes medidas de prevención y que además han adquirido la fuerza moral que da la educación en las virtudes y valores humanos, siempre tendrán muchas posibilidades de paliar los problemas en la familia que produce el desempleo.
Ha llegado la hora de la unión de todos los de la familia para luchar contra las consecuencias y secuelas del desempleo, por lo cual es imprescindible la unidad familiar de todos los miembros, el continuo dialogo para explicar y comprender la grave situación y el espíritu de sacrificio que podría mitigara las consecuencias de este flagelo. El desempleo no perdona ni a ricos ni a pobres, ni a los empresarios ni a los trabajadores, ni a jóvenes ni a mayores, ni a profesionales ni a empleados manuales, ni a hombres ni a mujeres. Normalmente llega sin avisar y el que no está preparado para asumirlo y para manejarlo, se lo lleva la corriente y hasta puede acarrearle enfermedades físicas o mentales.
El desempleo tiene un devastador y descomunal coste en las personas y en la nación que lo sufre. Sobre todo si la familia no tiene la fortaleza, ni los ahorros, ni las virtudes y valore humanos que le permitan sobreponerse a esa lacra social. En algunas personas que no están bien preparadas para sobrellevarlo les produce una gran perdida en su autoestima, junto a problemas emocionales que les acarrean problemas de convivencia familiar y social. Los médicos, siquiatras, asesores sociales, y policías registran grandes aumentos de los problemas de salud física y mental, alcoholismo, divorcios, crímenes, etc. Actualmente de cada 100 familias, entre10 y 20 sufren el problema del desempleo.
Aunque las cifras oficiales del desempleo se calculan en base a estadísticas que son manejadas por los gobiernos, realmente son mucho más altas y ocultan la economía sumergida, que en algunos países alcanza el 30% del PIB que equivocadamente algunos creen que alivia parcialmente las consecuencias del desempleo. Esta economía irregular, también produce problemas de salud y de sufrimiento y a la larga una gran disminución en los ingresos de los gobiernos.
Las estructuras familiares que estén muy fuertemente unidas entre todos sus miembros, así como las iglesias y las organizaciones no gubernamentales, (ONG) son unos de los factores mitigadores del desempleo, pues ayudan enormemente a soportar los problemas producidos y aportan grandes soluciones a este flagelo de la sociedad, evitando que se enquiste en las familias por mucho tiempo, al fomentar la recalificación de las personas, para lograr más fácilmente una nueva ocupación que pudiera ser permanente.

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