jueves, 17 de septiembre de 2009

Los Límites de ser Padres



Te di la vida,
pero no puedo vivirla por ti.
*
Puedo enseñarte muchas cosas,
pero no puedo obligarte a aprender.
*
Puedo dirigirte,
pero no responsabilizarme por lo que haces.
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Puedo llevarte a la Iglesia,
pero no puedo obligarte a querer.
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Puedo instruirte en lo malo y lo bueno,
pero no puedo decidir por ti.
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Puedo darte amor,
pero no puedo obligarte a aceptarlo.
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Puedo enseñarte a compartir,
pero no puedo forzarte a hacerlo.
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Puedo hablarte del respeto,
pero no te puedo exigir que seas respetuoso.
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Puedo aconsejarte sobre las buenas amistades,
pero no puedo escogértelas.
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Puedo educarte acerca del sexo,
pero no puedo mantenerte puro.
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Puedo platicarte acerca de la vida,
pero no puedo edificarte una reputación.
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Puedo decirte que el licor es peligroso,
pero no puedo decir no por ti.
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Puedo advertirte acerca de las drogas,
pero no puedo evitar que las uses.
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Puedo exhortarte a la necesidad
de tener metas altas,
pero no puedo alcanzarlas por ti.
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Puedo enseñarte acerca de la bondad,
pero no puedo obligarte a ser bondadoso.
*
Puedo amonestarte en cuanto al pecado,
pero no puedo hacerte una persona moral.
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Puedo amarte como niño,
pero no puedo colocarte en la familia de Dios.
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Puedo hablarte de Jesús,
pero no puedo hacer que Jesús sea tu Señor.
*
Puedo explicarte cómo vivir,
pero no puedo darte vida eterna.

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