miércoles, 16 de septiembre de 2009

Amistades de los padres, peligrosas para los hijos Durante el tiempo que los hijos son pequeños y viven en la casa de los padres, estos se encarga


Amistades de los padres, peligrosas para los hijos

Durante el tiempo que los hijos son pequeños y viven en la casa de los padres, estos se encargan de elegir, fomentar y vigilar sus amistades o llevarles a los sitios donde puedan fomentarlas, en los tiempos libres de escuela o de obligaciones familiares.

Los padres tienen que ser muy exigentes, al elegir y fomentar las amistades para sus hijos, pues éstos, están en edad de fijarse en todos los detalles de la sociedad e ir aprendiendo, de lo que ven. Lógicamente, no les pueden poner una venda en los ojos ante la realidad de lo que vean, sientan u oigan, pero si pueden no fomentar las convivencias con las personas, que aunque sean amigas de los padres, no ofrezcan una vivencia respetable y el ejemplo que transmiten, no sea el adecuado en la formación religiosa, familiar y social para los hijos.

Los hijos tienen la tendencia a ensalzar, todo lo de los padres y en muchos casos, a imitar sus actuaciones. Si los hijos ven que sus padres aceptan como buenas, las actitudes o comportamientos de los amigos de sus padres, considerarán que eso es lo normal y en muchas ocasiones, ni se lo cuestionarán, pues está avalado, por la presencia de sus padres. De la misma manera, que los padres deben cuestionar continuamente, las amistades de sus hijos para evitarles problemas, también deben darse cuenta y evitar, el fomento de amistades, cuyo comportamiento pudiera ser escándalo para sus hijos.

Es cierto que los hijos de las amistades de los padres, que serán sus posibles amigos en el futuro, no son responsables de la situación en la que les han puesto, pero no por esa falta de responsabilidad, los padres tienen que mezclar a sus hijos con ellos y mucho menos, fomentar sus amistades.

Cuando los hijos vayan creciendo y las explicaciones sobre lo que está bien y lo que está mal, les sean mas comprensibles, la responsabilidad de elegir las amistades, le corresponderá a los hijos y tomaran el riego de acertar o equivocarse con la elección, todo dependerá de la formación que hayan recibido, en las virtudes y valores humanos. Los padres nunca deberán de dejar de darles consejos, pero entendiendo que la madurez de los hijos y la buena educación recibida, les permitirán saber a lo que se exponen, si fomentan determinadas amistades.

13 Frecuentes comentarios oídos, vistos y leídos. Unos individualmente y otros sumados:

1. ¿Por qué mi amigo, tiene dos mamás (lesbianas) en su casa y no tiene papás?
2. ¿Por qué mi amigo, tiene dos papás (homosexuales) en su casa y no tiene mamá?
3. ¿Por qué mi amigo, tenía una mamá y un papá y ahora tiene otro papá y otra mamá? (divorcio o adulterio)
4. ¿Por qué mi amigo, que son varios hermanos, tienen papás y mamás diferentes? (divorcios)
5. En casa de mi amigo, nos quedamos a ver la televisión con sus hermanos mayores, hasta muy tarde y vemos programas muy raros. (Sexualmente fuera de las edades permitidas). Dicen cosas muy feas y leen revistas para mayores.
6. En casa de mi amigo cada uno hace lo que quiere, come cuando quiere y nadie estudia ni hace las tareas ni familiares, ni escolares. Todo está tirado y nadie recoge las cosas. Se preparan ellos mismos la comida que encuentran en la cocina, (desorden familiar) y no se sientan juntos a la mesa.
7. En casa de mi amigo, los papás nos dejan salir de paseo sin su vigilancia y los hermanos mayores, nos llevan al Centro Comercial y al final de la tarde, nos vienen a recoger para volver a casa, hacemos lo que queremos, donde queremos y nos juntamos con quienes queremos. (desorden familiar)
8. En casa de mi amigo los papás fuman y beben mucho y luego parecen que están mareados. (drogas)
9. En casa de mi amigo, su papá vive solo y continuamente viene a verle una mamá distinta. (prostitución)
10. Los papás de mi amigo, siempre se están peleando y dicen unas cosas muy feas. (violencia familiar)
11. Los papás de mi amigo, los Domingos no van a la Iglesia, por lo que yo tampoco puedo ir y tengo un problema de conciencia. (religión)
12. Vuestro amigo, con el que me lleváis a jugar con su hijo, siempre tiene una mamá diferente, que incluso algunas veces, llega con otros hijos suyos diferentes, que no son hermanos. (desintegración familiar)
13. Esos niños me obligan a hacer cosas, que no me gustan hacer y que tú me has dicho que no debo hacerlas. Pero si no las hago, me dicen que no seré su amigo, ni me haré mayor (aprender a fumar).

Cuando se detecta alguno de estos problemas, que algunas veces podrían estar ocultos, hasta que los hijos se dan cuenta, hay que tomar medidas drásticas, para evitar la contaminación y las previsibles consecuencias irreversibles. Lo primero que hay que hacer es, suprimir a los hijos pequeños el fomento de esas amistades, para que no se contagien y crean, que todo lo que ven es normal y hay que transigir. Lo segundo es hablar con los amigos, para cerciorarse de la veracidad de lo comentado por los hijos, para en su caso obrar en consecuencia.

Aunque den pena las familias “toxicas”, los padres tienen que preocuparse, de lo que tienen que hacer con sus propios hijos, para lograr que sus costumbres y ejemplos, no contaminen a la familia propia, incluso aunque estuvieran obligados a convivir con ellas. También tienen que organizar, como poner límites a esas relaciones amistosas sin lastimarles, ni lastimar el presente y futuro de los propios hijos.

Los padres biológicos o civiles, que llevan una vida irregular, están predisponiendo e influyendo a sus hijos pequeños, a que cuando sean mayores la sigan llevando, porque mientras los hijos han vivido con los padres, la han considerado como normal y en algunos casos, como dentro de un complejo paquete de normas y enseñanzas, que los padres dejan grabadas a sus hijos, por las costumbres y los hábitos.

Los padres no pueden aducir que sus hijos, cuando sean mayores ya decidirán, por las alternativas de vida que quieran elegir. Pero no tienen en cuenta que esos niños, para cuando llegan a la edad de decidir, ya llevan grabada la impronta de esa vida irregular y después, les será muy difícil decidir llevar una vida ajustada a las leyes naturales y morales.

Las condiciones humildes o diferentes socialmente, de las amistades de los padres, no tienen que ser un impedimento para el fomento de las amistades de los hijos. Solamente debería ser un impedimento, cuando las amistades o familiares de los hijos, llevan una vida antagónica moralmente, con las enseñanzas que los padres dan a sus hijos. Los hijos aunque no lo digan, van procesando esas situaciones, para ellos raras según la educación recibidas, pero pueden terminar aceptándolas como normales, con el grave peligro que lleva, para su futura formación, el creer que en la moral todo vale, pues así lo aceptan sus padres. Lo ideal seria fomentar las amistades de los hijos, con los de familias que sean un buen ejemplo de convivencia y de práctica, de las virtudes y valores humanos.

Tampoco los padres pueden exigir o a sus hijos pequeños, labores de apostolado o que sirvan de conejillos de indias para hacer experimentos sociales o morales, exponiéndoles a los peligros de contaminación moral, que supone el fomentar las amistades de los padres de vida irregular, que sean peligrosas para los hijos, al darles un mal ejemplo o un ejemplo que no deben seguir o que incluso no entienden. Los malos ejemplos que puedan recibir, son muy fáciles de aceptar para los hijos pequeños, sobre todo cuando los hijos ven que esos malos ejemplos, ocurren dentro de un grupo familiar y que han ido a aquel grupo, llevados por sus propios padres o les han permitido fomentarlo.


Cuando falta la figura de los padres, viviendo de una forma ordenada, existe una gran probabilidad de que los hijos, cuando sean mayores, imiten el patrón del ambiente en el que han vivido en la casa de sus padres. No se puede pedir igualdad de resultados, a los hijos que se crían y educan en una familia compuesta por padres de distintos sexos, a las que crecen con dos madres o dos padres.

La vida social es una extensión de la vida moral y no tienen ninguna separación, pues están íntimamente ligadas, ambas se articulan en los conceptos de “vida”. “familia” y “sociedad”. Esta forma de ver las acciones familiares tan unidas, divide a la sociedad, pues suponen diferentes filosofías de vida, que pueden y deben respetarse, pero que resultan irreconciliables. Por esa razón los padres, tienen que hilar muy fino, en las enseñanzas que dan a sus hijos y valorar la contaminación, que pueden percibir por otras partes, incluso dentro de las amistades de los padres.

Algunos valores familiares no negociables:

* La familia indisoluble, formada por un hombre y una mujer, abiertos a la vida.
* Libertad de enseñanza de los padres con sus hijos
* Bien común, dentro de la única política económica moralmente aceptable, que considere a la familia, como la unidad económica básica y su bienestar, el primer objetivo de la economía.
* Libertad religiosa, pública y privada.
* La defensa de la vida, desde el momento de la concepción, hasta la muerte.


10 Sentencias sobre: Amistades de los padres, peligrosas para los hijos



1. Cada familia tiene su forma de actuar. Acércate a la mejor.
2. De padres gatos, hijos michinos
3. El divorcio está resquebrajando la familia. Aléjate lo más posible, para que no te contamine.
4. El ejemplo familiar puede contaminar a propios y extraños, servirles como medicina
5. El futuro de los hijos se fragua en la familia propia, no en la ajena
6. En ninguna familia se puede colgar el letrero “Aquí no hay problemas”
7. La calidad de la familia se refleja en lo que hacen los hijos
8. La familia debe ser una escuela donde padres e hijos reflexionen y aprendan juntos.
9. La familia propia Dios la da, la ajena la puedes elegir o rechazar
10. Quien con veneno se cría, el veneno le da la vida

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