Los padres deben saber, a que edad física y mental y en que circunstancias, deben explicar a sus hijos, todo lo relacionado con el aborto. Tanto los motivos por los cuales se llega a él, como las consecuencias, responsabilidades y daños que conlleva.
Hay unos principios no negociables en la Ley Natural, uno de ellos es la protección de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural. El aborto es asesinar con premeditación y alevosía, a un indefenso, aunque el crimen no esté castigado, esté permitido legalmente y las leyes eximan de la responsabilidad jurídica, al que lo realiza.
Es imprescindible que en función de su edad, previamente les hayan formado en las virtudes y valores humanos, relacionados con el quinto y sexto Mandamiento de la Ley de Dios, principalmente: Amor, Autodisciplina, Castidad, Coraje, Decencia, Fe, Fidelidad, Honestidad, Humildad, Lealtad, Libertad, Obediencia, Orden, Paciencia, Perseverancia, Prudencia, Pudor, Recato, Respeto, Responsabilidad, Sencillez, Serenidad, Sobriedad, Templanza, etc.
Si les parecen muchas virtudes y valores humanos los que tienen que enseñar, vayan haciéndolo uno a uno y poco a poco, en etapas según las edades, pero sin perder el objetivo de realizar en los hijos, una formación humana, religiosa y social, pues todas las virtudes y valores humanos son imprescindibles, para poder llegar a tener una buena formación moral, lo que evitará que sus hijos caigan en el terrible crimen del aborto.
Abortar es asesinar y está prohibido por el quinto Mandamiento de la Ley de Dios.
Está demostrado científicamente, que la vida empieza en el mismo momento de la fecundación del óvulo por el espermatozoide, no a la quinta, ni a la vigésima semana como dicen algunos legisladores, que quieren justificar el asesinato de los no nacidos. Las personas que abortan voluntariamente a sus fetos no nacidos, están asesinando a una persona humana, aunque por las leyes civiles no tengan castigo penal.
Las leyes del Estado que no castigan el crimen del aborto.
Los legisladores pueden hacer las leyes que quieran, sean morales o inmorales. Si son leyes inmorales, es decir, que vayan en contra de la Ley Natural, no tenemos obligación de cumplirlas, ni de acogernos a ellas, para justificar cosas que vayan en contra de la Ley Natural. De hecho, se han dictado muchas leyes, que los creyentes en la Ley de Dios, no han tenido la obligación de cumplir, como son las leyes promulgadas por los nazis, de exterminación de los judíos, las leyes para esclavizar a los humanos, las leyes de la pena de muerte, las leyes sobre las guerras preventivas y las leyes sobre la despenalización del aborto.
A pesar de que existan esas leyes, las personas no pueden acogerse a ellas, para hacer lo que quieran, tienen que saber que por encima de las leyes que promulgan los humanos, están las leyes promulgadas por Dios en los Diez Mandamientos.
Aunque existiera una ley, que permitiera robar hasta 100 unidades, sin que se impusiera ningún castigo, todo el mundo entendería, que no se debe robar ni una unidad, ni noventa y nueve.
La obligación del Estado, es proteger con leyes la vida de todas las personas, hayan nacido o estén en el vientre de la madre. El que haya leyes diciendo que se puede asesinar a los niños, que están en le vientre de la madre, no dejan de ser leyes que ante Dios no eximan del crimen realizado.
Muchas personas critican al Estado, porque hacen leyes que permiten el aborto, la eutanasia, los matrimonios entre homosexuales, etc. Pero a estas personas se les olvida que, los Estados no abortan, por muchas leyes que hagan. Las responsables de los abortos, son las mujeres que los hacen, los maridos o parejas que los permiten o inducen, los médicos que los realizan, las empresas que fabrican productos para los abortos y los políticos que legislan sobre este tema. Estos grupos de personas, no pueden eludir su grave responsabilidad, por la cooperación en el asesinato.
Los padres deben explicar bien a los hijos, que una cosa es que la ley tolere este asesinato y otra cosa, es que la moral lo permita.
No existe el derecho a abortar que dicen algunas mujeres.
El niño que esta en el vientre de la madre, pertenece al 50% a la madre y al otro 50% al padre. Y en su ausencia al Estado, que es quien debe velar por la vida de él. La madre es la portadora del niño, pero no su propietaria, por lo tanto, no puede disponer del niño libremente, diciendo que es su cuerpo, pues no lo es, ya que es un cuerpo distinto, dentro de su cuerpo. El niño está, haciendo un símil, en depósito mientras se va criando. De la misma manera que el director de un banco, no puede quemar el dinero que un cliente le ha dejado en deposito, porque ese dinero no es del director.
Ninguna mujer, puede exhibir el derecho a asesinar al hijo que tiene en su vientre, porque ese derecho, va en contra del derecho del niño a vivir. Nadie tiene derecho a asesinar a otro, aunque lo justifique con argumentos como el tamaño o la edad. Ni las madres tienen derecho a la mutilación genital de sus hijas, ni a prostituirlas para ganar dinero, ni los drogadictos a drogarse, ni los violadores a violar, porque les apetece, ni las personas a suicidarse, porque quieren.
Algunos legisladores y políticos, manipulan la mente de las mujeres, llamando al asesinato de indefensos niños, no nacidos, “derecho sexual y reproductivo”, alegando que son soberanas las mujeres de su propio cuerpo. Las madres del mundo entero, saben o deberían saber, que la vida que tienen en su seno no es su propio cuerpo.
Ayudar para evitar el aborto.
Hay muchas organizaciones religiosas y civiles, que ayudan a las mujeres que quieren abortar para evitar que lo hagan. Esa ayuda, va desde convencerles para que no aborten y se queden con el niño, ofreciéndoles ayudas de mantenimiento durante el embarazo, parto y posterior al parto, hasta que se normalicen en su vida profesional y social. También les ayudan, a encontrar padres adoptivos para el niño que va nacer. Así cumplen dos objetivos, ayudar al niño y a los padres que buscan niños, para darles una vida de personas y evitar que los maten.
La ayuda se puede conseguir anónimamente, en las organizaciones religiosas, por lo que es aconsejable que las futuras madres y los padres, que estén en esa situación de posibilidad de abortar, se dirijan para pedir consejos y ayuda a los sacerdotes, pastores, rabinos, imanes, etc., porque allí encontrarán soluciones morales y materiales al problema.
Lucha contra el crimen del aborto.
También hay muchas organizaciones religiosas y civiles, que luchan contra el crimen del aborto, poniendo énfasis, en enfrentarse a los políticos y legisladores, que promueven la despenalización del crimen del aborto. Donde ponen mayor énfasis, es en aconsejar que las personas no voten por esos políticos y legisladores. Pero nunca hacen presión, para dirigir el voto contra los que contravienen sistemáticamente los otros Mandamientos de la Ley de Dios como son: El Quinto, no matar y lo relacionado con la pena de muerte, las guerras, la eutanasia, las hambrunas, etc. El Séptimo, no robar y lo relacionado con los abusos económicos, hacia los mas desfavorecidos, la impunidad económica y las políticas financieras criminales.
Las leyes actuales, en casi todos los países, despenalizan el crimen del aborto, pero no pueden absolver el crimen cometido por las personas. Ese crimen solamente se absuelve, entre otras cosas con arrepentimiento y propósito de la enmienda.
La verdadera lucha también debería hacerse, inculcando y formando a las personas, en la práctica de las virtudes y valores humanos, que es el único camino para evitar los abortos. Algunas organizaciones ponen sus energías, en patrocinar otros medios simbólicos de rechazo hacia el aborto, que si bien son buenos en sus conceptos e intenciones, no dan los resultados positivos que se necesitan para erradicar el crimen del aborto.
Dios, que es infinitamente misericordioso, perdona a todos los involucrados en el crimen del aborto: A las personas que se lo hacen, a los médicos, enfermeras y hospitales que lo realizan, a los laboratorios que inventan y venden las medicinas, para que puedan hacerse, a los políticos y legisladores, que hacen las leyes que lo despenalizan, etc. Pero Dios perdonará, solamente, cuando tengan arrepentimiento y propósito de la enmienda. Mientras no lo tengan, no hay perdón.
1.Si quiere conocer mucho más sobre este tema y obtener todas las respuestas posibles, le recomiendo que visite http://www.aciprensa.com/aborto/100preguntas.htm EL ABORTO: 100 CUESTIONES Y RESPUESTAS SOBRE LA DEFENSA DE LA VIDA HUMANA Y LA ACTITUD DE LOS CATÓLICOS. Han sido preparadas por personas especializadas en diversos campos de la investigación y el estudio: médicos, biólogos, biopatólogos, farmacéuticos, teólogos, moralistas, juristas, sociólogos, psicólogos y periodistas.
2.Cómo es posible que una madre embaraza pague dinero al médico, hospital, laboratorio farmacéutico o comadrona, para que le maten al hijo que lleva en su vientre, si hay otras madres, a las que en contra de su voluntad, se los matan los gobiernos, que han editado leyes las cuales, prohíben tener un segundo hijo y les obligan a que lo aborten. Estas madres si que tienen un inmenso dolor, al tener que someterse al crimen del aborto obligatorio, de un hijo que ha sido concebido con amor y dentro de su matrimonio. No pueden comprender, como en algunas naciones, hay otras madres que paguen para que les maten a sus hijos.Si quieren tener a su segundo o tercer hijo, tienen que tenerlo clandestinamente, sabiendo que nunca tendrán los derechos de los otros ciudadanos, no podrá asistir a la escuela, ni recibirán cuidados médicos del gobierno, ni en el futuro conseguirá trabajo, además de los castigos de cárcel para los padres, esterilización obligatoria y pérdida de sus trabajos. Solamente les queda, la alternativa de abortarlos o ilegalmente, cederlos a otra pareja que no tenga hijos por ser infértiles.
Si las madres son encontradas, con signos de embarazo por los funcionarios públicos, llamados “escuadrones del aborto”, y este es del segundo hijo, les llevan a la cárcel y no salen hasta que hayan abortado. Eso si que es dolor, sentir como matan al hijo propio.
1.Lo más peligroso del aborto, es olvidarnos de que realmente, es un crimen contra la humanidad, un genocidio de indefensos, amparado por unas leyes civiles, que distorsiona la realidad y justifican maliciosamente, del crimen que cometen las mujeres, padres, médicos y organizaciones.
2.La lucha contra el aborto, pasa por una educación sexual adecuada, una menor permisividad en las costumbres actuales, un mayor respeto a la persona propia y a la ajena, y una perspectiva vital de la sociedad. Tiene que haber una educación, de los padres a los hijos, en las virtudes y valores humanos de castidad, pudor, abstinencia, etc. para que cuando sean mayores, tengan claro lo que es el sexo, para lo que sirve y para lo que no debe servir, de forma que cada uno asuma la responsabilidad y libertad frente al sexo, su control y límites, para conseguir la felicidad y no el libertinaje, que destruye a las personas. El aborto no es un método anticonceptivo más, ya que si las madres conocieran, las consecuencias físicas y psíquicas a las que se enfrentarán, por causa de ese crimen, nunca tomarían el riego de abortar voluntariamente.
3.Todas las estrategias de la lucha contra el aborto, tienen que pasar por ofrecer a las madres las alternativas, con las soluciones y medios, para no abortar: un hogar durante el embarazo y después del alumbramiento, manutención, trabajo, posibilidad de adopción, asesoramiento medico, psicológico, religioso, económico, escolar, etc. Está demostrado, que cuando las distintas organizaciones “pro vida” han ofrecido estas alternativas, han conseguido que disminuya enormemente, el número de mujeres que han abortado.
4.Pero el crimen del aborto no tiene castigo, si no todo lo contrario, detrás de este crimen, están los intereses creados, por grupos que presionan a los gobiernos, para que despenalicen el crimen del aborto y así los médicos, hospitales y laboratorios farmacéuticos, hagan grandes negocios. Todos somos responsables de lo que pasa en este mundo, bien sea por acción, por omisión, por desidia, por complicidad o por indiferencia. Muchos nos quedarnos callados ante tanta injusticia.
Hay que hacer muchas cosas por los niños, además de amarlos y llenarlos de besos, eso es lo fácil, lo difícil es dar la cara por ellos, nacidos y no nacidos y ayudar a las madres y padres, para que no realicen el crimen del aborto.
martes, 9 de febrero de 2010
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