viernes, 23 de julio de 2010

El Yelmo.-Dr. Clímaco Arrieta


El yelmo protegía otra parte vital: la cabeza. En nuestras cabezas nacen ideas y pensamientos, captamos el mundo interior y el exterior, damos forma y sentido a nuestras sensaciones, etc. Es la “sede” de la mente. Ya vimos que el principal campo de batalla se encuentra allí. Por eso debemos afirmarnos en que …”tenemos la mente de Cristo”… y para eso debemos madurar cada día, llevando cautivo todo pensamiento a Él. Porque nuestros pensamientos son, por lo general, carnales, errados y confusos.Debemos proteger nuestra mente porque dice la escritura que “cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”. Sometidos al Espíritu Santo nos dará una memoria sobrenatural, pues nos hará recordar todas las cosas que Jesús ha dicho.En la cabeza también están nuestros ojos y la boca, que deben ser muy vigilados. En cuanto a los ojos, sabemos que influyen tanto en la formación de ideas y pensamientos, que Jesús dijo que podría ser mejor sacarlos para entrar en el reino de Dios y ya Santiago habló claramente sobre la lengua.Solamente teniendo nuestra mente en orden, no sufriendo ninguna de las clásicas y legendarias “invasiones” que el enemigo acostumbra a intentar, es que tomamos conciencia de la autoridad que tenemos en Cristo Jesús.Los “agujeros” en el yelmo, tienen que ver fundamentalmente con el no conocer la Biblia. No conocerla por no leerla, por no estudiarla y por no escudriñarla, permitiendo así que el enemigo ponga en nuestra mente pensamientos que nos induzcan a error y confusión.Otros agujeros tienen que ver con permitir que nuestros ojos y oídos juegan con el pecado: películas de terror, películas cargadas de obscenidad, revistas o folletos poco edificantes, programas televisivos con lenguaje soez y, además, no ejercer control alguno sobre nuestra propia lengua.

martes, 20 de julio de 2010

La Armadura de Dios.-Dr.Climaco Arrieta

Nos damos cuenta que estamos en medio de lobos en una batalla espiritual, y necesitamos emplear las armas de nuestra milicia para pelear la buena pelea de la fe ¿Cuáles son esas armas? El Nombre de Jesús, la Palabra de Dios, el Espíritu Santo y los dones del Espíritu. La oración es el campo de batalla. El tiempo que pasamos en oración es la base de abastecimiento. La armadura descrita en Efesios 6 sirve para un propósito vital: ¡combatir a Satanás y ganar! Repasemos la armadura en sus partes defensiva y ofensiva, y cómo funciona:

Defensiva
Cinto de la verdad
"Después de haberse preparado, estad firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad". Cuando Satanás te diga en tu mente que nunca verás la contestación a tus oraciones, es hora de ceñirte con la verdad. Acerca del hombre que se deleita en la Palabra de Dios y la toma como autoridad final, el Sal 112:6-8 dice "Su corazón está firme, confiado Yahve ."

Coraza de justicia
La coraza de justicia es de especial significado. Una coraza protege áreas vitales del cuerpo de un soldado -sin ella, estarían expuestas ante el enemigo. Y sin justicia, las áreas vitales de tu vida de oración estarían expuestas ante Satanás. Esta justicia no es buena conducta moral -su significado va mucho más allá. Esta justicia es la que Jesús obtuvo para ti y con la cual te vistió. Es Su dignidad cubriendo tu indignidad. Es el ser trasladado al reino de su amado Hijo (Col 1:12-13). Esto lo que te hace coheredero con Cristo (Ro 8:17). Con esto tienes el derecho de resistir al diablo y verlo huir.

Calzado del Evangelio de la paz
La siguiente parte de la armadura es para tus pies. Is 52:7 dice que son hermosos los pies de los que traen alegres nuevas, de los que anuncian la paz. Compartir el evangelio con otros es parte de tu armadura.

Escudo de la fe
La Palabra dice "Sobre todo, tomad el escudo de la fe". Tu escudo apaga todos los dardos de fuego del maligno. 1 Jn 5:4 dice: "esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe". Tu fe hace un vencedor y más que un conquistador. Ro 1:17 "el justo por la fe vivirá". Esto es, toda tu vida es sostenida por tu fe en Dios. Yelmo de salvación

Finalmente,
"tomad el yelmo de la salvación". Esto protege tu mente. Allí hace su batalla Satanás. Al mantener tu mente renovada en la Palabra, la proteges del ataque de la duda e incredulidad de Satanás. ¿Sabías que Jesús mismo uso esta armadura? (Is 59:16-17). La probó antes de dártela.

Ofensiva


Espada del Espíritu (La Biblia) Efesios 6:17
dice que la Palabra de Dios es la espada del Espíritu. Para manejar tu espada con destreza, necesitas saber cómo funciona la Palabra. Va a dar resultado, Satanás saldrá con temor huyendo de sus golpes. "La Palabra... es... más cortante que toda espada de dos filos" (He 4:12). La Palabra va más allá de tu intelecto. Penetra el reino espiritual. La Palabra, como una semilla, tiene dentro de sí el poder para crecer y dar fruto. La Palabra de Dios sólo funciona cuando se pone a trabajar.

Nombre de Jesús
La siguiente arma es el Nombre de Jesús. Cuando oras en el nombre de Jesús, Dios de inmediato te presta oído. A la vez, captas la atención de Satanás. El nombre de Jesús lleva la autoridad final en el mundo espiritual (Fil 2:9-10). En ese nombre puedes hollar serpientes y escorpiones (Lc 10:19). Si el nombre de Jesús es más excelente que el de los ángeles que están bien con Dios (He 1: 4), ¿cuánto más que el de Satanás? El es un ángel caído. El poder que está respaldado al Nombre de Jesús es el poder de Dios mismo. ¡Usa ese nombre con libertad y confianza para enfrentar al enemigo!
El Espíritu Santo
Otro aspecto esencial de nuestro armamento espiritual es el Espíritu Santo. Tenemos las armas y la armadura, pero es el Espíritu Santo el que nos da poder para usarlas y vencer a ese enemigo poderoso y que nos domina en intelecto.

Se te ha dado la armadura completa de Dios. Tu responsabilidad es tomarla, ponértela y vestirla en fe. Tienes al Espíritu Santo y la Palabra de Dios. Tienes autoridad en el reino espiritual. Has sido plenamente equipado con armas que garantizan resultados en la oración. ¡Ahora ora esperando ver esos resultados

lunes, 19 de julio de 2010

" ora et labora o contemplación y acción" Dr. Clímaco Arrieta

El discípulo debe dedicar una parte de su tiempo a la escucha de Dios que habla de múltiples maneras. especialmente por medio de Jesús , su hijo amado. En el pasado Dios habló muchas veces y de muchas maneras a través de los profetas; en esta etapa final por medio de su hijo. En la dominica de ayer, nos habla de dos actitudes la de Marta ( o la diaconía del servicio, desbordada por su trabajo ) y la de María quien elige la actitud de discípulo que se pone a los pies de Jesús para escuchar su palabra. El discípulo ha de dedicar un tiempo a la escuda de Dios quien habla de muchas formas ( mediante su palabra, a través de otras personas, o de acontecimientos en nuestra historia) hay que ponerse a los pies de Jesús para escuchar, meditar, contemplar y guardar su palabra; pero no basta con esto, es necesario trabajar para que los signos del reino se hagan visibles a los hombres y mujeres de hoy. Jesús alternaba oración con acción. Al atardecer de dedicaba a curar enfermos de dolencias diversas y a expulsar demonios y al amanecer se retiraba a un lugar solitario para orar.

viernes, 16 de julio de 2010

" El Buen Samaritano".- Dr. Clímaco Arrieta


Reflexión: Un hombre había sido herido y robado por unos malhechores, por el mismo camino paso un sacerdote, un levita pero no le prestaron ayuda; paso un samaritano y se detuvo a socorrerlo, le limpio sus heridas y se lo llevo en su cabalgadura hasta un mesón y cuido de el, cuando se marchaba le pago al dueño del mesón por los cuidados de aquel, hasta su vuelta. El Señor te dice que no hagas el mal a través de sus mandamientos pero te invita también a hacer el Bien, a que tengas Compasión y Misericordia sin importarte la condición social, si es bueno o malo, amigo o enemigo; cuando un necesitado pase por tu vida; según la Madre Teresa de Calcuta debes hacer el bien hasta que te duela.

Sor Faustina.- Apostol de la Divina Misericordia.-2da.- parte. Dr.Clímaco Arrieta


Alma Víctima
Durante su tercer año de noviciado le fue revelado lo que era ser Alma Víctima. Anota ella en su diario: "El sufrir es una gracia grande; a través del sufrimiento el alma se hace como la del Salvador; en el sufrimiento el amor se cristaliza, mientras más grande el sufrimiento más puro el amor".
Sor Faustina se ofreció como víctima por los pecadores y con este propósito experimentó diversos sufrimientos para salvar las almas a través de ellos. Durante una hora particular de adoración, Dios le reveló a Santa Faustina todo lo que ella tendría que sufrir: falsas acusaciones, la pérdida del buen nombre, y mucho más. Cuando la visión terminó, un sudor frío bañó su frente. Jesús le hizo saber que aún cuando ella no diere su consentimiento a esto, ella se salvaría y El no disminuiría Sus gracias y seguiría manteniendo una relación íntima con ella. La generosidad de Dios no disminuiría para nada. Consciente de que todo el misterio dependía de ella, consintió libremente al sacrificio en completo uso de sus facultades. Luego escribió lo siguiente en su diario: “De repente, cuando había consentido a hacer el sacrificio con todo mi corazón y todo mi entendimiento; la presencia de Dios me cubrió, me parecía que me moría de amor a la vista de su mirada.”
Durante la Cuaresma de ese mismo año, 1933, experimentó en su Visión del Purgatorio

Mientras estaba en Skolimow, casi al final de su Postulantado, Santa Faustina le preguntó al Señor por quién mas debía orar y la noche siguiente tuvo esta visión. "Esa noche vi a mi ángel de la Guarda, quien me pidió que lo siguiera. En un momento me vi en un lugar lleno de fuego y de almas sufrientes. Estaban orando fervientemente por si mismas pero no era válido, solamente nosotras podemos ayudarlas. Las llamas que las quemaban no podían tocarme. Mi ángel de la guarda no me dejó sola ni un momento. Yo pregunté a las almas que es lo que mas las hacía sufrir. Ellas me contestaron que era el sentirse abandonadas por Dios...Vi a Nuestra Señora visitando a las almas del Purgatorio, la llamaban Estrella del Mar. Luego mi ángel guardián me pidió que regresáramos, al salir de esta prisión de sufrimiento, escuché la voz interior del Señor que decía: “Mi Misericordia no quiere esto, pero lo pide mi Justicia".

Visión del Infierno
Durante un retiro de ocho días en octubre de 1936, se le mostró a Sor Faustina el abismo del infierno con sus varios tormentos, y por pedido de Jesús ella dejó una descripción de lo que se le permitió ver: "Hoy día fui llevada por un Ángel al abismo del infierno. Es un sitio de gran tormento. ¡Cuán terriblemente grande y, extenso es!. Las clases de torturas que vi:La primera es la privación de Dios;la segunda es el perpetuo remordimiento de conciencia;la tercera es que la condición de uno nunca cambiará;la cuarta es el fuego que penetra en el alma sin destruirla -un sufrimiento terrible, ya que es puramente fuego espiritual,-prendido por la ira de Dios.La quinta es una oscuridad continua y un olor sofocante terrible. A pesar de la oscuridad, las almas de los condenados se ven entre ellos;la sexta es la compañía constante de Satanás;la séptima es una angustia horrible, odio a Dios, palabras indecentes y blasfemia.Estos son los tormentos que sufren los condenados, pero no es el fin de los sufrimientos. Existen tormentos especiales destinados para almas en particular. Estos son los tormentos de los sentidos. Cada alma pasa por sufrimientos terribles e indescriptibles, relacionado con el tipo de pecado que ha cometido.Existen cavernas y fosas de tortura donde cada forma de agonía difiere de la otra. Yo hubiera fallecido a cada vista de las torturas si la Omnipotencia de Dios no me hubiera sostenido. Estoy escribiendo esto por orden de Dios, para que ninguna alma encuentre una excusa diciendo que no existe el infierno, o que nadie a estado ahí y por lo tanto, nadie puede describirlo."El Señor fue preparando de esta forma el corazón de Santa Faustina para que por medio de su intercesión se salvaran muchas almas.

Visión del Cielo
El 27 de noviembre de 1936, cuando la debilidad la llevó a la cama, escribió la siguiente visión del cielo: "Hoy día, estuve en el cielo en espíritu, y vi sus bellezas incomparables y la felicidad que nos espera para después de la muerte. Cómo todas las criaturas alaban y dan gracias a Dios sin cesar...Esta fuente de felicidad es invariable en su esencia, pero es siempre nueva, derramando felicidad para todas las criaturas. Dios me ha hecho entender que hay una cosa de un valor infinito a Sus ojos, y eso es, el amor a Dios; amor, amor y nuevamente amor, y nada puede compararse a un solo acto de amor a Dios.Dios en su gran majestad, es adorado por los espíritus celestiales, de acuerdo a sus grados de gracias y jerarquías en que son divididas, no me causó temor ni susto; mi alma estaba llena de paz y amor; y mientras más conozco la grandeza de Dios, más me alegro de que El sea El que es. Me regocijo inmensamente en Su grandeza y me alegro de que soy tan pequeña, ya que siendo tan pequeña, El me carga en Sus brazos y me aprieta a Su corazón" Los siguientes años fueron un entrenamiento del Señor. Ella no sabía lo que Dios estaba haciendo en ella, pero su respuesta era firme e invariable: si Señor, haz en mi tu voluntad. Algo que ella si veía en todo esto era que el Señor quería su obediencia. Santa Faustina siempre mantuvo una fuerte relación con Dios, sin saber de antemano el camino que Dios trazaba para ella.

La Devoción a la Divina Misericordia según las revelaciones de Jesús a Sta. Faustina >>>
Sus últimos Días
En los últimos años de su vida aumentaron los sufrimiento interiores, llamada noche pasiva del espíritu y las dolencias del cuerpo: se desarrolló la tuberculosis que atacó sus pulmones y sistema digestivo. A causa de ello dos veces fue internada en el hospital de Pradnik en Cracovia, por varios meses visiblemente las estigmas. Únicamente su confesor lo conoció. Ella lo narra así: "Un día durante la oración, vi una gran luz y de esta luz salían rayos que me envolvían completamente. De pronto sentí un dolor muy agudo en mis manos, en mis pies, y en mi costado, y sentí el dolor de la corona de espinas, pero esto fue sólo por un tiempo bien corto."Extenuada físicamente por completo, pero plenamente adulta de espíritu y unida místicamente con Dios, falleció en olor de santidad, el 5 de octubre de 1938, a los 33 años, de los cuales 13 fueron vividos en el convento. Su funeral tuvo lugar dos días mas tarde, en la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario que aquel año fue primer viernes de mes. Su cuerpo fue sepultado en el cementerio de la Comunidad en Cracovia – Lagievniki, y luego, durante el proceso informativo en 1966, fue trasladado a la capillaEl 7 de marzo de 1992, se declararon "heroicas" las virtudes de Sor Faustina; el 21 de diciembre de 1992, una curación por medio de su intercesión fue declarada "milagrosa"; y el 18 de abril de 1993, el Papa Juan Pablo II tuvo el honor de declarar a la Venerable Sierva de Dios, Sor Faustina Kowalska, "Beata".En 1997 el Papa Juan Pablo II hizo una peregrinación a la tumba de la Beata Faustina en Polonia, le llamó "Gran apóstol de la Misericordia en nuestros días". El Papa dijo en su tumba "El mensaje de la Divina Misericordia siempre ha estado cerca de mi como algo muy querido..., en cierto sentido forma una imagen de mi Pontificado."El 10 de marzo del 2000, se anunció la fecha para la canonización después de ser aceptado el segundo milagro obtenido por su intercesión. El milagro fue la curación del Padre Pytel de una condición congénita del corazón, después de las oraciones hechas por miembros de la congregación de su parroquia el día del aniversario de la muerte de Santa Faustina, en Octubre 5 de 1995.La Secretaria de la Misericordia de Dios fue elevada a los altares por el Santo Padre el 30 de abril del año 2000, el Domingo de la Divina Misericordia. Es la primera santa que fue canonizada en el año jubilar 2000 y en el milenio.

miércoles, 14 de julio de 2010

Sor Faustina.- Apostol de la Divina Misericordia.-1era. parte Dr. Clímaco Arieta

Sor Faustina.-1era parte Dr. Clímaco Arieta
Cuando se anunció la pronta canonización de la Beata Faustina nos llenamos de alegría ya que ella es una de las patronas de nuestra comunidad. Esta religiosa polaca recibió mensajes de Jesús sobre su Divina Misericordia. Providencialmente esta devoción tan necesaria para nuestros tiempos se ha propagado por el mundo entero. Es un milagro de Dios y un compatriota de Santa Faustina ha sido el gran instrumento: Juan Pablo II.
La misericordia de Dios se revela en toda la historia. Adán y Eva, a pesar de su pecado, reciben la promesa de la redención. En Sodoma, en el tiempo de Noe, ante la esclavitud en Egipto, una y otra vez, Dios busca rescatarnos aunque son pocos los que le responden. Pero la misericordia divina se manifiesta en su plenitud en Jesucristo cuyo corazón traspasado es fuente infinita de misericordia. En el siglo XX Jesús visita a Santa Faustina y le muestra Su corazón traspasado del que emanan rayos de luz blanca (el agua del bautismo) y roja (Su Sangre) y le encomienda la misión de dar a conocer Su misericordia a todos los hombres. Ante la pérdida de la fe del siglo XX, el mensaje de la misericordia se hace urgente pues es la única esperanza de la humanidad.
Santa Faustina nació en la aldea de Glogoviec, en Swinice Varckie, Polonia, el 25 de agosto de 1905. Fue bautizada dos días después con el nombre de Elena Kowalska, en la Iglesia de San Casimiro. Sus padres tuvieron 8 hijos (Elena es la tercera), a quienes criaron con mucha disciplina, siendo gran ejemplo de vida espiritual. A muy temprana edad, Elena fue llamada a hablar con el cielo. Una indicación de este hecho fue un sueño que ella tuvo a la edad de 5 años. Su madre recuerda que en esa época Elena dijo a su familia. “Yo estuve caminando de la mano de la Madre de Dios en un jardín precioso”. Muchas veces, aún antes de los siete años, la niña se despertaba durante la noche y se sentaba en la cama. Su mamá veía que estaba rezando, y le decía que regresara a dormir o terminaría perdiendo la cabeza. “Oh, no madre”, Elena le contestaba, “mi ángel guardián me debe haber despertado para rezar.” Nos dice Santa Faustina en su diario “Desde los siete años sentía la suprema llamada de Dios, la gracia de la vocación a la vida consagrada. A los siete años por primera vez oí la voz de Dios en mi alma, es decir, la invitación a una vida más perfecta. Sin embargo, no siempre obedecí la voz de la gracia. No encontré a nadie quien me aclarase esas cosas.” Este evento ocurrió en Vísperas, durante la exposición del Santísimo Sacramento. A los 15 años comenzó a trabajar como empleada doméstica y de nuevo sintió muy fuertemee el llamado a la vocación religiosa, pero al presentarle su sentido a A los 15 años comenzó a trabajar como empleada doméstica y de nuevo sintió muy fuertemente el llamado a la vocación religiosa, pero al presentarle su sentido a sus padres se lo negaron. Varias veces pidió permiso a sus padres para entrar al convento; la misma Santa relata una de estas ocasiones en el diario: “El decimoctavo año de mi vida, hago insistente pedido a mis padres para que me otorguen, el permiso para entrar en un convento; pero recibio una categórica negativa de los mismos. Después de esa negativa me entregué a las vanidades de la vida sin hacer caso alguno a la voz de la gracia, aunque mi alma en nada encontraba satisfacción. Las continuas llamadas de la gracia eran para mí un gran tormento, sin embargo intenté apagarlas con distracciones. Evitaba a Dios dentro de mí y con toda mi alma me inclinaba hacia las criaturas, Pero la gracia divina venció en mi alma” ; Durante ese mismo año tuvo una experiencia que marcó su vida. Fue invitada a una fiesta junto con su hermana Josefina, en el parque de Venecia, en la ciudad de Lodz: “Una vez, junto con una de mis hermanas fuimos a un baile. Cuando todos se divertían mucho, mi alma sufría tormentos interiores. En el momento en que empecé a bailar, de repente vi a Jesús junto a mí. A Jesús martirizado, despojado de sus vestiduras, cubierto de heridas, diciéndome esas palabras: '¿Hasta cuándo Me harás sufrir, hasta cuándo Me engañarás?' En aquel momento dejaron de sonar los alegres tonos de la música, desapareció de mis ojos la compañía en que me encontraba, nos quedamos Jesús y yo. Me senté junto a mi querida hermana, disimulando lo que ocurrió en mi alma con un dolor de cabeza. Un momento después abandoné discretamente a la compañía y a mi hermana y fui a la catedral de San Estanislao Kostka. Estaba anocheciendo, había poca gente en la catedral. Sin hacer caso a lo que pasaba alrededor, me postré en cruz delante del Santísimo Sacramento, y pedí al Señor que se dignara hacerme conocer qué había de hacer en adelante. Entonces oí esas palabras: 'Ve inmediatamente a Varsovia, allí entrarás en un convento.' Me levanté de la oración, fui a casa y solucioné las cosas necesarias. Como pude, le confesé a mi hermana lo que había ocurrido en mi afina, le dije que me despidiera de mis padres, y con un solo vestido, sin nada más, llegué a Varsovia.” Pidió a la Santísima Virgen que la guiara y le dejara saber donde dirigirse. Así llegó a la Iglesia de Santiago Apóstol en las afueras de Varsovia y, al finalizar las misas, habló con un sacerdote que la envió donde la Sra. Lipzye, una señora muy católica, y se hospedó con ella. Durante su estadía con la familia Lipzye visitó varios conventos pero todas las puertas le fueron cerradas. Pidiéndole al Señor que no la dejara sola, buscaba una respuesta a su oración, pero el Señor quería enseñarle que El siempre responde a nuestras oraciones solo en su tiempo, no en el nuestro.Santa Faustina se dirigió a las puertas de la Casa Madre de la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia en la calle Zytnia, en Varsovia, donde la Madre general la interrogó. Madre Micaela le dijo que fuera a preguntarle al Señor de la casa si Él la aceptaba. Santa Faustina se dirigió a la Capilla y le preguntó al Señor si la aceptaba y escuchó en su corazón: "Yo te acepto; tu estas en mi Corazón". Ella se dirigió donde la Madre General y le dijo lo que había oído, la Madre repuso, "si el Señor te acepta yo también te acepto, esta es tu casa"
En los comienzos de 1926, fue enviada al noviciado en Józefów (el lugar de San José) en Cracovia-Lagiewniki, para terminar su Postulantado y el 30 de abril tomó el hábito religioso como novicia y recibió su nombre de Sor María Faustina. Durante la ceremonia le fue revelada la magnitud de sus sufrimientos futuros y a lo que se estaba comprometiendo. Esto duró poco, luego el Señor la llenó de una gran consolación. En este convento de Cracovia-Lagiewniki, Santa Maria Faustina hizo su noviciado, pronunció sus primeros votos y los perpetuos, sirvió como cocinera, jardinera y portera, y pasó los últimos años de su vida terrenal.
En el transcurso de su noviciado un hecho que se conoce mucho es la historia de la escurrida de las papas. Debido a la gran debilidad que sufría, esta tarea se le dificultaba cada día mas, entonces empezó a evadirla, pero al poco tiempo se empezó a notar; la Madre Superiora no comprendía que a pesar de su deseo, Sor Faustina no podía hacerlo por su poca fuerza. Un día, cuando hizo su examen de conciencia se quejó al Señor de su debilidad. Escuchó estas palabras: "Desde hoy tendrás mas facilidad, pues yo te fortaleceré". A la noche, confiada por lo que el Señor le había prometido, se apresuró a tomar la olla. La levantó con facilidad y la escurrió perfectamente. Cuando levantó la tapa para dejar salir el vapor, en vez de papas, ella vio ramos de rosas, las más hermosas que jamás hubiese visto. Tratando de comprender esta visión escuchó estas palabras: "Yo cambié tu trabajo tan duro en un ramillete de las más bellas flores, y su perfume sube a Mi Trono". Después de esto ella buscaba como hacer este trabajo diariamente aun cuando no le tocaba, porque comprendió que le agradaba al Señor.Para quien la observara desde fuera nada hubiera delatado su extraordinaria y rica vida mística. Cumplía sus deberes con fervor, observaba fielmente todas las reglas del convento, era recogida y piadosa, pero a la vez natural, y alegre, llena de amor benévolo y desinteresado al prójimo. Sus hermanas recuerdan que Santa Faustina fue una grata compañía durante el noviciado y su conducta al orar provocaba en las otras novicias una gran reverencia a la Majestad de Dios.Toda su vida se concentraba en caminar con constancia hacia la cada vez más plena unión con Dios y en una abnegada colaboración con Jesús en la obra de la salvación de las almas. “Jesús mío - confeso en el diario – Tú sabes que desde los años más tempranos deseaba ser una gran santa, es decir, deseaba amarte con un amor tan grande como ningún alma Te amó hasta ahora”).Durante su vida logró un alto grado de unión de su alma con Dios, pero también tuvo que esforzarse y luchar en duros combates en el camino hacia la perfección cristiana. El Señor la colmó de muchas gracias extraordinarias: los dones de contemplación y de profundo conocimiento del misterio de la Divina Misericordia, visiones, revelaciones, estigmas ocultos, los dones de profecía, de leer en las almas humanas, y desposorios místicos. Colmada de tantas gracias, escribió: “Ni las gracias ni las revelaciones, ni los éxtasis, ni ningún otro don concedido al alma la hacen perfecta, sino la comunión interior del alma con Dios... Mi santidad y perfección consisten en una estrecha unión de mi voluntad con la voluntad de Dios."

viernes, 9 de julio de 2010

La Inmaculada Concepción Dr. Clímaco Arrieta


La Inmaculada Concepción de María es el dogma de fe que declara que por una gracia especial de Dios, ella fue preservada de todo pecado desde su concepción. El dogma fue proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus."...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..."(Pío IX, Bula Ineffabilis Deus, 8 de diciembre de 1854) La Concepción: Es el momento en el cual Dios crea el alma y la infunde en la materia orgánica procedente de los padres. La concepción es el momento en que comienza la vida humana.-María quedó preservada de toda carencia de gracia santificante desde que fue concebida en el vientre de su madre Santa Ana. Es decir María es la "llena de gracia" desde su concepción. Cuando hablamos de la Inmaculada Concepción no se trata de la concepción de Jesús quién, claro está, también fue concebido sin pecado.

jueves, 8 de julio de 2010

LA MISERICORDIA EN EL REINO DE DIOS.- Dr. Clímaco Arrieta


«Recaudadores y descreídos solían acercarse en masa para escucharlo. Los fariseos y los letrados lo criticaban diciendo:—Ese acoge a los descreídos y come con ellos.
Entonces les propuso Jesús estas parábolas:
Parábola de la oveja perdida (Lc 15,2-7
—Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la descarriada hasta encontrarla? Cuando la encuentra, se la carga en los hombros, muy contento; al llegar a casa reúne a los amigos y a los vecinos para decirles:
—¡Dadme la enhorabuena! He encontrado la oveja que se me había perdido.
Os digo que lo mismo pasa en el cielo; da más alegría un pecador que se enmienda, que noventa y nueve justos que no necesitan enmendarse».
Parábola de la moneda perdida (Lc 15,8-10)
«Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende un candil, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra reúne a las amigas y a las vecinas para decirles:
—¡Dadme la enhorabuena! He encontrado la moneda que se me había perdido.
Os digo que la misma alegría sienten los ángeles de Dios por un solo pecador que se enmienda».
Parábola del hijo perdido [pródigo] (Lc 15,11-27)
«Y añadió:
—Un hombre tenía dos hijos; el menor le dijo a padre:
—Padre, dame la parte de la fortuna que me toca.
El padre les repartió los bienes. No mucho después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un lejano país, y allí derrochó su fortuna viviendo como un perdido. Cuando se lo había gastado, todo vino hambre terrible en aquella tierra y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y se puso al servicio de uno los naturales de aquel país, que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban ganas de llenarse estómago de las algarrobas que comían los cerdos, pues nadie le daba de comer. Recapacitando entonces, se dijo: "Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan abundancia, mientras yo estoy aquí muriéndome de hambre. Voy a volver a casa de mi padre y le voy decir: ‘Padre, he ofendido a Dios y te he ofendido a ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a un de tus jornaleros’".
Entonces se puso en camino para casa-de su padre: su padre lo vio de lejos y se enterneció; salió corriendo, se le echó al cuello y lo cubrió de besos. El hijo empezó:
—Padre, he ofendido a Dios y te he ofendido a ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.
Pero el padre mandó a los criados:
—Sacad en seguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en el dedo y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete, porque este hijo mío se había muerto y ha vuelto a vivir; se había perdido y se le ha encontrado.
Y empezaron el banquete. El hijo mayor estaba en el campo. A la vuelta, cerca ya de la casa, oyó la música y el baile; llamó a uno de los mozos y le preguntó qué pasaba. Este le contestó:—Ha vuelto tu hermano y tu padre ha mandado matar el ternero cebado, porque ha recobrado a su hijo sano y salvo. El se indignó y se negó a entrar, pero el padre salió e intentó persuadirlo. El hijo replicó:—Mira, a mí, en tantos años como te sirvo sin desobedecer nunca una orden tuya, jamás me has dado un cabrito para comérmelo con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, matas para él el ternero cebado. El padre le respondió:—Hijo mío, ¡si tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo! Además, había que hacer fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo se había muerto y ha vuelto a vivir, se había perdido y se le ha encontrado?».
Jesús contó estas tres parábolas para ayudar a la gente a ver en la misericordia uno de los componentes de la felicidad del Reino de Dios. «Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia» (Mt 5,7). San Pablo exhortará luego a revestirse de «misericordia entrañable, bondad, humildad, sencillez y comprensión» (Col 3,12).
De estas parábolas se deduce que Dios no sólo no rechaza al perdido, sino que lo echa de menos, hasta el punto de que, cuando lo encuentra, le entra una enorme alegría.
Si aquellos individuos, que eran públicamente rechazados y odiados por las personas "de orden" y por la religión oficial, se acercaban a Jesús, es porque se sentían acogidos por él. Jesús no rechazaba a aquella clase de tipos indeseables. Todo lo contrario, hasta compartía mesa y mantel con semejantes personas, cosa que, en la cultura judía, significaba solidarizarse con los comensales.
Las tres parábolas tienen en común dos cosas, clave para entender lo que vienen a enseñarnos:
1) Las tres terminan con la frase "se había perdido y lo hemos encontrado".
2) En las tres, da la impresión de que Dios no puede pasar sin lo que se le ha perdido, puesto que el encuentro termina en gran alegría.
Con "lo perdido", Jesús designa a los "publicanos y pecadores" [recaudadores y descreídos]; en ninguno de los tres casos se habla de "conversión" del pecador, porque, incluso en el relato del hijo pródigo, el muchacho vuelve a la casa del padre por una razón profundamente humana y, si se quiere, egoísta: "se moría de hambre"; la alegría de Dios por encontrar al perdido resulta desmesurada y hasta sin sentido.
Sin duda alguna, el Dios en el que creían los escribas y fariseos no tiene nada que ver con el Dios del que habla Jesús: el Dios de los líderes de la religión oficial no tolera al perdido, mientras que el Dios de Jesús no puede pasar sin el perdido.
En ninguna de las tres parábolas se habla de "conversión", "penitencia", "arrepentimiento"… «Quien ama perdona siempre, excusa siempre, olvida siempre» (I Cor 13,

viernes, 2 de julio de 2010

El Arado.- Dr.Clímaco Arrieta


Lc. 9, 61-62 También otro le dijo: «Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa.» Le dijo Jesús: «Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.» Poner la mano en el arado significa, trabajar por el Reino de Dios. En este pasaje del evangelio, la respuesta de Jesús podría parecer un tanto egoísta, pues lo que este hombre le pedía era algo razonable y hasta bueno, despedirse de su Madre, Padre, Tíos, Hermanos y todos los demás familiares y amigos que seguramente tenía en casa y el pueblo, pero, el camino que aquel hombre se estaba comprometiendo a seguir, mas que la separación física de su casa y familia, implicaba despedirse de su forma de vida, de sus seguridades, rutinas, apegos, costumbres, es decir dejar su vida anterior y todo lo que en esa vida daba por sentado e iniciar una nueva vida en la cual su única seguridad sería Cristo, por ello Jesús que conocía el corazón de aquel hombre, que muy probablemente era agricultor, le hizo recapacitar y dimensionar lo que debía hacer si quería ser apto para el Reino de Dios, y así como para hacer un buen surco debía fijar su mirada en el frente, de igual manera para gozar de las bendiciones y gracias del Reino de Dios, debería mantener su mirada fija en Cristo el Rey y someterse a ÉL. Hermano(a), Jesús conoce tus luchas, tus fracasos y éxitos, tus problemas y circunstancias, lo que hay en tu corazón, en tu mente y en tu cuerpo, y te pide que lo sigas sin mirar atrás, independientemente de las experiencias que hayas vivido ÉL ha permanecido a tu lado siempre, aún cuando no lo notas. Jesús hace nuevas todas las cosas, con ÉL todos los días sale el sol, con ÉL cada día es un nuevo surco que debe ser arado con el Amor de Dios, imagina los frutos que se darán en la parcela que EL Señor te ha confiado, en tu familia, en tu trabajo, en tu negocio, en tu vecindad, en tu dificultad, en tu corazón..., y es precisamente en tu corazón donde ÉL quiere iniciar su Reino, pues quien reina tu corazón reina tu vida, acciones, pensamientos, palabras y aspiraciones.Estas llamado a formar parte de ese Reino, a gozar de sus bendiciones, a vivir en paz, amor, alegría, en victoria, a tener vida en abundancia, a ser plenamente feliz y gozar de vida eterna. Los beneficios de ser miembros de ese Reino son muchos, pero requiere esfuerzo y lucha constante, así como el agricultor debe tener un punto de referencia y luchar constantemente para mantener derecho el surco, de igual manera debes luchar a diario por mantener derecha tu vida poniendo tu mirada en Cristo, convencido que la única seguridad y punto de referencia es ÉL, buscándolo en su Palabra, alimentándote de la Eucaristía, teniendo vida Sacramental, sirviéndolo, escuchándolo y dejándote guiar por ÉL. ¿Cuál es tu punto de referencia?, ¿En qué fijas tu mirada?, ¿En qué reino deseas vivir? Un nuevo año inicia, momento propicio para retomar el arado, para retomar la lucha y con la fuerza del Espíritu Santo conquistar cada día la tierra que esta al frente y que El Señor te ha dado, siempre con alegría, pues nos ha nacido un Salvador, con ánimo y fe pues sigues a un Cristo Vivo que garantiza la Victoria ante las dificultades y paz en todo momento. Toda la Honra, el Honor y la Gloria le sea dado a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo por lo siglos de los siglos amén.

jueves, 1 de julio de 2010

El Señor, pregunta a sus discípulos? Dr. Clímaco Arrieta


Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo preguntó a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?” Ellos contestaron: “Unos dicen que Juan el Bautista; otros, que Elías, y otros, que Jeremías o algún profeta.” “Y vosotros, “quién decís que soy?” –les preguntó. Simón Pedro le respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.” Entonces Jesús le dijo: “Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque ningún hombre te ha revelado esto, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a edificar mi iglesia; y el poder de la muerte no la vencerá. Te daré las llaves del reino de los cielos: lo que ates en este mundo, también quedará atado en el cielo; y lo que desates en este mundo, también quedará desatado en el cielo.”

Pablo de Tarso. Dr. Clímaco Arrieta

Por aquel tiempo se había ya constituido en Damasco un grupo importante de la nueva comunidad cristiana, del que pronto tuvo noticia Pablo, que contaba por entonces unos veintiséis años de edad. Con su afán de exterminio pidió al príncipe de los sacerdotes unas cartas de presentación para Damasco, a fin de apresar a los adeptos de la nueva fe. Mas todo había de suceder de muy distinta manera. Obtenidas las cartas, Pablo y sus compañeros se acercaban va a Damasco, cuando de pronto una luz del cielo les envolvió en su resplandor. Pablo vio entonces a Jesús. A su vista cayó en tierra y oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?».Atemorizado y sin reconocerlo, Pablo preguntó: «¿Quién eres Tú, Señor?».Y el Señor le dijo: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa es para ti el resistir contra el aguijón». Saulo, entonces, temblando, teniendo ante sí la sangre de Esteban y todas sus persecuciones, otra vez preguntó: «Señor, ¿qué quieres que haga?». Jesús: le respondió, «Levántate y entra en la ciudad, donde se te dirá lo que debes hacer».Los compañeros de Pablo estaban asombrados. Oían, pero sin ver a nadie; y como al levantarse Pablo estaba ciego, le cogieron de la mano y le condujeron a la ciudad, donde permaneció tres días atacado por la ceguera y sin comer ni beber nada .Recobrada milagrosamente la vista, se retiró a la Arabia por un tiempo, y allí, antes de volver a Damasco, permaneció entregado a la oración y en trato íntimo con el Señor. Regresó luego a la ciudad, entrando de lleno en su función de apóstol y en su gran labor evangelizadora Desde entonces su vida apostólica es una cadena de persecuciones, de grandes dificultades; pero, al mismo tiempo, de grandes triunfos para la causa cristiana. Pablo trabajó con ahínco, primero como subordinado, junto a los demás propagadores. Pronto sus grandes cualidades de organizador, su talento, su energía y férrea voluntad; su gran capacidad, en fin, para el apostolado y su extenso conocimiento de la Ley, junto a su cultura helenista, así como su habilidad para comunicar a otros su pensamiento, le destacarán entre todos. A esto hay que añadir el impulso interior que empujaba a aquel carácter ardiente a entregarse totalmente a la conversión, no sólo de los judíos, sino de todos los pueblos gentiles adonde pudiera llevar su palabra La vida y la obra de San Pablo se nos presentan con un relieve tan prodigioso, que nadie podrá contemplarlas nunca en toda su espléndida complejidad. «El mundo no verá jamás otro hombre como Pablo» dijo San Juan Crisóstomo, el más ilustre de sus admiradores. La palabra y el ademán de Pablo, su vigor y fulgor místicos, subyugaban de una manera fulminante. Y fue incomparable la clara sutileza de su inteligencia. Dialéctico formidable, no disputa por puro placer, sino para lanzar las almas a Dios. Ahí está su sublime originalidad. «Discurre de una manera violenta, rápida, intuitiva —ha dicho muy justamente un autor—; dramatiza sus argumentos, los deja sin completar, arrastrado por el torbellino de las ideas, y lo mismo sus premisas que sus conclusiones se nos presentan tumultuosamente y de improviso”. Todo ello comprobaremos si nos afectamos a la lectura de sus «Epístolas»: cartas dirigidas a diversas iglesias y personalidades, en las cuales deja resueltos numerosos problemas y condensa toda la moral cristiana; en las cuales expone una teología cuya inmensidad no ha podido abarcar todavía ningún comentarista, una teología siempre precisa y nunca vacilante, «que nos lleva —como se ha dicho magníficamente— de misterio en misterio, de claridad en claridad, como reflejando en un espejo la gloria del Señor».